El cambio climático está teniendo importantes repercusiones en la agricultura, sobre todo en términos de estrés hídrico.
Calentamiento global y temperaturas
- Desde el siglo XIX, el clima mundial ha mostrado una clara tendencia al calentamiento. La temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado más de 0,6 °C desde el siglo XX.
- Estos cambios de temperatura repercuten directamente en los ciclos de crecimiento de los cultivos.
Cambios en las precipitaciones
- A escala mundial, el cambio climático está provocando cambios no uniformes en las precipitaciones terrestres. Algunas zonas se están secando, mientras que otras experimentan un aumento de las precipitaciones.
Estrés hídrico y agricultura
- El cambio climático, al provocar un mayor estrés hídrico y sequías más frecuentes, está alterando los ciclos de los cultivos.
- La irregularidad de las estaciones, la prolongación de los periodos de calor y la creciente escasez de agua repercuten en los cultivos y el ganado.
Adaptación necesaria
- Ante estos retos, es crucial poner en marcha medidas de adaptación para preservar la agricultura, con una gestión sostenible de los recursos hídricos.
En resumen, el cambio climático requiere una acción colectiva para minimizar sus efectos adversos sobre la agricultura y garantizar la seguridad alimentaria mundial.